La fobia a orinar en baños públicos, también conocida como paruresis, es mucho más común de lo que parece. A muchas personas les resulta extremadamente difícil o incluso imposible orinar cuando saben que hay alguien esperando fuera del baño o sienten que deben darse prisa. Cuanto más se presionan para orinar, más se bloquean, entrando en un ciclo de ansiedad y frustración.
Este bloqueo no suele presentarse cuando la persona está sola o en un entorno percibido como seguro, como su propia casa. Sin embargo, incluso en casa, si hay visitas y la persona es consciente de que hay alguien fuera del baño, puede experimentar el mismo bloqueo. No se trata de un simple nerviosismo pasajero: para quienes lo padecen, puede convertirse en una fuente constante de malestar, evitación y sufrimiento emocional.

“La mente puede hacer del cuerpo un prisionero. Cuanto más luchas por el control, más lo pierdes.”
— Anónimo
¿Qué ocurre mentalmente y fisiológicamente?
- Mentalmente: La persona experimenta un miedo o vergüenza intensa al pensar que otros puedan escuchar o ver mientras orina, o bien se presionan por orinar rápido porque hay gente que les espera fuera. Este temor genera una ansiedad social que activa un estado de alerta en el cerebro, interpretando la situación como una amenaza, aunque no haya peligro real.
- Fisiológicamente: Cuando el cerebro percibe esa “amenaza”, activa el sistema nervioso simpático (responsable de la reacción de “lucha o huida”). Esto provoca una tensión involuntaria en los músculos, incluyendo los del suelo pélvico y el esfínter urinario. Como resultado, el cuerpo no puede relajarse lo suficiente para permitir la micción, aunque la vejiga esté llena.
La combinación de pensamientos de ansiedad y una respuesta física que bloquea la capacidad de orinar es lo que genera el malestar y la frustración en quienes padecen este problema.
Qué tratamiento realizamos
La paruresis, o miedo a orinar en público, no es solo una cuestión de incomodidad. En la base de este trastorno se encuentra un miedo profundo que ha sido asociado con el acto de orinar, creando un círculo vicioso que se refuerza con cada intento fallido. La persona ha vivido experiencias negativas en las que orinar en situaciones específicas, como baños públicos, genera ansiedad y estrés. Este miedo se condiciona y se activa de forma automática, bloqueando tanto emocional como físicamente el proceso de micción.
El trabajo en psicoterapia para superar la paruresis requiere de un enfoque profundo y específico. A continuación, se detallan algunas de las técnicas que utilizamos en el tratamiento:
- Desensibilización del miedo con Terapia EMDR: Esta técnica se utiliza para desactivar las emociones negativas asociadas a las situaciones que generan ansiedad, ayudando a procesar y liberar el miedo. EMDR permite que la persona reviva esas experiencias traumáticas de manera controlada, para reducir su impacto emocional y físico.
- Nuevas asociaciones con orinar y tranquilidad: A través de la reprogramación de los pensamientos, trabajamos para crear nuevas asociaciones positivas con el acto de orinar. La persona aprende a relacionar el proceso de micción con sensaciones de calma y seguridad, en lugar de miedo y tensión.
- Hipnosis para vivencias relajadas: Mediante la hipnosis clínica, se facilita que la persona vivencie situaciones relajadas al orinar, creando un estado mental de tranquilidad que se puede trasladar a situaciones reales. Esto ayuda a que el cuerpo se relaje, evitando el bloqueo fisiológico durante el acto de orinar.
- Preparación para la exposición gradual: La terapia está diseñada para que, cuando se realice la exposición a las situaciones que generan miedo, el paciente pueda enfrentarlas con más herramientas emocionales y físicas. A través del trabajo terapéutico, se logra una disminución significativa del miedo, así como una creencia positiva de que la persona sí puede hacerlo, lo que aumenta su confianza y reduce la ansiedad.
El objetivo final de este tratamiento es romper la rueda de ansiedad que se ha formado, permitiendo que la persona recupere el control sobre su cuerpo y pueda orinar sin dificultad ni miedo.