Nos suele pasar que los años nos pasan muy rápido, el 2017 pasó tan rápido que apenas has podido saludarle. Todos los años comenzamos con una energía poderosa que nos impulsa a programar actividades, fijar objetivos nuevos, hacer planes, viajes y se nos pasan por la cabeza miles de deseos que, al final, se pierden en el tiempo.
El año pasa tan rápido que cambia de ser futuro a ser pasado en un abrir y cerrar de ojos. Tan rápido que parece que fue ayer cuando hacíamos los planes para el año pasado y hoy no es más que un recuerdo. Se esfumó, se disolvió y paso a formar parte de nuestra mente, ya no está, ya no es real, ya solo nos queda las consecuencias de lo que hicimos, dijimos o dejamos de hacer. Por esto te ofrezco una guía realista para cumplir tus propósitos de este año nuevo.
Solemos pensar que todo cuanto hacemos formará parte de nuestro recuerdo y sin embargo no solemos pensar en las consecuencias de futuro que tiene el hecho de no hacer o no decir algo.
Las acciones que llevamos a termino durante el día van cambiando nuestro futuro, salir un minuto más tarde de casa está cambiando sustancialmente tu día, decir un te quiero cambia sustancialmente el día de la otra persona y tu relación con ella en el futuro, incluso leer este artículo puede cambiar tu futuro en algún punto que ni te imaginas.
Detente un momento a pensar lo siguiente: ¿Cuál es la línea que separa el presente del futuro? ¿o el presente de tu pasado?, ahora te encuentras leyendo este artículo y puedes pensar que esta situación es tu presente, pero ¿y si te digo que ya es tu pasado? Todos los párrafos que ya has leído hasta el momento ya forman parte de tu pasado, ya has tomado la decisión de invertir este tiempo en leer este post y ya no volverán.
Cuando eliges leer un texto, la lectura formaba parte de tu futuro próximo y a medida que lees ya se está disolviendo en el pasado.
Esto nos puede llevar a reflexionar que el hecho de saber que el presente lo es todo y a la vez no es nada, nos puede ayudar a darle la importancia que se merece. Ahora tenemos todo un año por delante, esto nos puede hacer sentir abrumados, nos bombardean con las ideas de fijar nuevos propósitos, de cómo lograr esos objetivos, como convertir este año en TU AÑO, además tenemos acumuladas unas energías extraña de la Navidad, estamos en plena cuesta de enero y para colmo en las revistes y televisión nos recuerdan que tenemos unos kilos de más y que vamos a tener que empezar a pensar en la operación bikini.
Así que te invito que en el aquí y el ahora, en este momento, tu presente está para que reflexiones sobre la importancia justa que le tienes que dar a las cosas y sobre lo consciente que tienes que ser a la hora de fijar objetivos, si queremos que estos nos dejen un buen recuerdo y no el amargor de las metas que se pierden en el olvido.
Es posible que este año pasado haya sido un año maravilloso para ti, o puede que no, puede que hayas logrado grandes cosas, pero otras muchas se hayan quedado en un veremos… y al final no pasa nada!! Si has pasado por experiencias maravillosas estoy segura de que sabrás transformarlas en motivación y, si han sido experiencias desagradables o golpes duros, sabrás aprender de ello y extraer la lección de vida. En cualquier caso los pasado, pasado está. Recuerda que todo cuanto ocurre es pasado desde el mismo momento que ocurre. En tus manos está ocuparte de tu eterno presente o anclarte en lo que pudo haber sido y no fue.
Me gustaría que reflexionaras acerca de todo esto que te planteo:
- Tenemos la opción de ver siempre la vida como un eterno presente del que ocuparte, no del que preocuparte. No hay nada mejor como tomar las riendas de tu vida y ser responsable de tus decisiones y de tus acciones.
- Recoge datos, aprende y suelta, ¿de qué otra forma si no vamos a lograr avanzar? Tenemos que aprender a soltar el pasado, para ocuparnos de nuestro presente
- ¿Crees que puedes aprovechar esta energía de año nuevo para soltar el pasado y configurar un buen plan de futuro?
Además te invito a que hagas el siguiente ejercicio: Resume tu año pasado en dos listas, de tres cosas cada una: en la primera lista escribe tres cosas buenas de tu 2017, puede ser algo bueno que hayas logrado o te haya pasado y, en la segunda lista, escribe tres cosas que consideras negativas, quizás propósitos que no alcanzaste o experiencias que no te han resultado agradables.
Ahora vayamos con la segunda parte: escribe tres cosas que vas a hacer este año por ti. Pueden ser objetivos, metas, actitudes que quieres tener, cosas que quieres hacer, etc.
¿Alguna de estas tres cosas que quieres hacer en 2018 tiene relación con las tres cosas negativas que ha sucedido en 2017? ¿Alguno de tus propósitos busca trabajar esas cosas? ¿No tienen nada que ver en lo absoluto?
¿Qué conclusión podemos sacar?
- Si alguna de las tres cosas que te has propuesto trabajar en 2018 tiene relación o busca trabajar y mejorar alguna de las cosas de tu lista negativa de 2017, ¡no tienes de qué preocuparte! Ya tienes en mente los objetivos y el camino a seguir para poder mejorar esa situación, recuperar el tiempo perdido y lograr sentirte bien con ese aspecto que te ha dejado mal sabor de boca.
- Si tus ideas para este 2018 no tienen nada que ver con las cosas que no te gustaron de 2017, ¡enhorabuena! Dentro de ti has dejado atrás esos aspectos negativos y estás buscando seguir adelante poniendo tu foco en cosas distintas. Aunque tú tengas tu atención puesta en lo que no conseguiste, una parte de ti ya ha soltado esto y está preparando cosas nuevas.
¿Crees que pudiera haber una parte de ti deseosa de ir a por nuevos retos, mientras que otra está anclada en la preocupación por el pasado?
Recuerda: ¡todo es pasado! ¡Este artículo ya forma parte de tu pasado! ¡Y hace tan solo un minuto era un plan de futuro!
La vida está llena de momentos, de planes que salen bien y planes que salen mal. Aprovecha esta energía de año nuevo para reflexionar acerca de cómo absolutamente todo lo que ocurre forma parte de tu pasado en el momento en el que ocurre y cómo tú única opción es atender plenamente tu presente, salir de tu mente, hacer lo que tienes que hacer y simplemente ser tu mismo.
¡Aprovecha que todos estamos en la misma situación para observar a tu alrededor! Aprende, recoge ideas, simplifica tu vida y ¡a por el año! Que cuando te quieras dar cuenta ya formará parte de tu pasado.