Las personas que sufren dependencia emocional establecen relaciones conflictivas y de carácter adictivo con su entorno. Hay una necesidad de afecto excesivo, se idealiza al otro hasta verlo como perfecto lo que lleva a una actitud sumisa que puede hacer que acepten cualquier tipo de humillación. Además hay un miedo terrible a la soledad y al rechazo, por lo que prefieren estar en una relación tomentosa que solos.
El dependiente emocional no ve clara esa línea que marca el fin de su espacio y el comienzo del lugar del otro, para este tipo de personas todo está mezclado por eso les resulta difícil aceptar que su pareja desee realizar actividades en solitario, todo debe hacerse con el otro y nuevamente se cae en el patrón de vivir con demasiada intensidad la relación, si ellos no soportan la idea de estar solos tampoco entienden que el otro lo desee.
La dependencia emocional es un problema serio que requiere de atención y ayuda si se desea llevar una vida más estable. Esta conducta puede desencadenar diversos problemas de salud tanto físicos como mentales.
Muchos de los problemas de dependencia emocional tienen un origen en nuestras experiencias previas en el pasado, tal vez por haber sufrido carencias afectivas en la infancia o por haber tenido parejas anteriores que nos han maltratado física o psicológicamente.
El resultado de estas experiencias nos marca en nuestra vida, sentimos una necesidad imperiosa de sentirnos queridos, a través de nuestra experiencia se han creado creencias falsas sobre nosotros, como el pensar que no servimos para nada, que no valemos nada…., tendemos a desvalorarnos y por la contra tendemos a valorar en demasía a la persona que tenemos al lado.
Con el abordaje terapéutico con EMDR (Desensibilizazión y reprocesamiento por medio de los movimientos oculares) te ayudamos a superar la dependencia emocional.
Trabajamos el origen, por lo tanto la causa de que hoy en día tengamos esa dependencia emocional, desensibilizamos los recuerdos adquiridos de pasadas experiencias que nos hayan resultado traumáticas y lo reprocesamos de una forma adaptativa, de tal manera que cambiamos nuestra relación con el recuerdo y por tanto al mismo tiempo se van cambiando las creencias disfuncionales sobre nosotros mismos.